Normalmente hay dos grandes razones por las que una web no convierte, esto es, no logra los objetivos deseados: por un lado, porque no tiene tráfico web suficiente o porque el ratio de conversión es bajo. Este último mide el número de acciones por parte del usuario que la maca busca (generalmente, una venta) en relación a las visitas que se han logrado.
En primer lugar, si no generamos tráfico, hay que idear maneras para lograrlo. Entre las más comunes, está el tráfico pagado (Google Adwords), el SEO (tráfico orgánico, pero en el que normalmente pagas a una agencia), Social Media o Marketing de Contenidos. Incluso alguna de estas plataformas es ya un espacio para la conversión directa, pues un 14% de los usuarios afirma comprar ya en redes sociales, según el informe del Social Media en España en 2013 de Iab Spain.
Pero lo más importante es la conversión entendida de una forma relativa, sobre el número de visitas, que informará de la cantidad de usuarios que se interesa por el servicio o producto, pero finalmente no lleva a cabo la acción de compra/acción que deseamos. Este ratio por ejemplo para webs de comercio electrónico ha sido muy debatido e informes con datos reales (aunque de un número bajo de ejemplos) han determinado que se sitúa normalmente entre 0,09% y 3,73%.
Para hallar la posible razón de que nuestra web no convierta, debemos analizar el comportamiento de los usuarios mediante herramientas de analítica. ¿En qué paso abandonan el proceso? Además, debemos tener en cuenta algunas limitaciones: pocas formas de pagar, demasiado registro para comprar, fallos informáticos o apariencia de poca seguridad, el tiempo de carga, la usabilidad de la web, el diseño visual y los elementos de interacción o problemas de armonía en la web.
Otro de los problemas es que no hayamos planificado bien la conversión del usuario. Debemos conocer la audiencia a la que nos dirigimos e identificar qué posibles canales podemos ofrecerles. Por ejemplo, si tenemos diferentes vertientes de negocio, debemos crear una Landing Page para cada una de ellas. Asimismo, debemos dirigirles a la acción que deseamos, haciendo por ejemplo que el botón de compra o acción que deseemos esté en el sitio más visible y con un color identificativo.