Los usuarios más antiguos de Internet recuerdan lo que suponía navegar por la red utilizando un módem de 56k y el tiempo de espera que suponía el acceder a sites con gran cantidad de información. Sin embargo, esos tiempos quedaron atrás.
Actualmente, cuando se quiere acceder a una página web normalmente aparece en la pantalla de forma inmediata con todos los elementos bien presentados y cuando esto no ocurre a la velocidad esperada, el usuario tiende a abandonar el site en busca de otro más rápido.
La web y su velocidad de carga
La velocidad de carga de una página web es un factor determinante para la usabilidad de la misma e influye de forma directa en la rentabilidad de un proyecto online. Por ejemplo, en Amazon un retraso en la carga de la página de tan sólo una décima de segundo hace que los ingresos disminuyan en 1%.
Afecta al SEO
El tiempo que tarda un site en presentar la información también es tenido en cuenta por los algoritmos de los buscadores para determinar la calidad del mismo. Si los robots de Google no obtienen respuesta del servidor tras un tiempo determinado, no indexará el contenido y el sistema le asignará menos importancia a esa página, repercutiendo de forma negativa en el posicionamiento de la web.
De forma general, el tiempo máximo recomendado para la carga total de la información es de 4 segundos, aunque si éste se reduce, mejorarán los resultados del site y se incrementará el porcentaje de conversiones finales.
¿Cómo mejorar?
Hay varias medidas que se pueden tomar para aumentar la velocidad de un sitio web, entre las que destaca el comprimir las imágenes para que su peso sea menor y tarden menos en cargar. También es recomendable mejorar el código fuente de la página intentando que sea más limpio y optimizando los ficheros Javascript y CSS. Por supuesto, realizar las acciones necesarias para que el tiempo de respuesta del servidor donde se aloja el site sea el menor posible es fundamental para garantizar el mejor resultado posible.