La conversión es el proceso por el que una visita se convierte en una compra. De ahí que al analizar la conversión de una web tengamos que analizar el comportamiento de los usuarios. Para ello, debemos establecer en primer lugar el objetivo, pues puede haber distintas metas a la hora de analizar la conversión. Por ejemplo, se pueden analizar los ingresos, los costes y la fidelización de clientes.
Para ver los resultados debemos establecer unas variables que midan los objetivos que hemos establecido de antemano. Por ejemplo, los ingresos se calcularán cotejando la cantidad de ventas en relación a los usuarios que han pedido información anteriormente; la fidelización se analizará comprobando el comportamiento de las visitas que se han intentado potenciar de cara a la venta los días antes de la compra y viendo si finalmente, llegan a comprar; y la reducción de costes se hallará revisando si hemos aumentado los trámites online.
Otro análisis interesante es ver cómo se comporta el embudo de conversión, esto es, los visitantes en los diferentes procesos que conforman la compra. Una vez que el usuario se ha interesado por el producto y comienza a interactuar con el formulario de compra, se puede extraer información de que en qué momento se produjo el abadono. En análisis servirá para descubrir estos puntos de conflicto y darles solución en el futuro, de cara a poder mejorar el ratio.
También es interesante conocer la conversión de forma segmentada, bien sea por productos o servicios, por tipos de usuarios o por periodo. Pero sin duda la primera es la más necesaria, ya que nos dará un comportamiento diferente para cada objetivo del consumidor. La clave es que de ahí podamos extraer información para la optimización del proceso de conversión, a nivel de arquitectura, diseño y usabilidad.
Por último, hay que analizar los efectos de las campañas de marca realizadas al margen de otras para potenciar la conversión, pues pueden estar teniendo efectos muy positivos en los resultados finales, así como dar a los usuarios todas las garantías de seguridad que necesiten para que no tengan ninguna resistencia a la hora de hacer efectiva la compra.