Es habitual pensar que al entrar a formar parte de una franquicia vamos a tener poco margen de maniobra a la hora de tomar decisiones. Es cierto que existen ciertos límites establecidos por el franquiciador, que a fin de cuentas es quien tiene la última palabra a la hora de desarrollar el proyecto, pero no es así en todos los casos ya que muchos están dispuestos a trabajar en equipo para sacar adelante nuevas iniciativas que permitan incrementar el rendimiento de este tipo de negocios. En este caso, las franquicias permiten a los emprendedores encontrar un modelo empresarial que se ajusta a sus pretensiones y necesidades.
Cómo ser emprendedor en una franquicia
La elección es importante
Lo primero de todo será hacer un estudio completo y detallado de las oportunidades que hay en el mercado. En primer lugar, debemos optar por aquellas franquicias cuyo sector nos sea familiar o nos encontremos cómodos por tratarse de trabajos en los que estamos especializados. Si no es así, al menos debe ser un sector que nos resulte interesante y nos apasione.
El segundo paso nos debe permitir conocer las normas y funcionamiento de la franquicia en cuestión. En los límites a la hora de tomar decisiones se encuentra la respuesta. De esta forma, tenemos que ser realistas para saber si se trata de una franquicia que nos permita crecer como emprendedores o estaremos sometidos a unas reglas estrictas que nos mantendrán con las manos atadas.
Involucrarse en la franquicia
Si hemos encontrado nuestra franquicia ideal, es el momento de involucrarse en ella. El primer paso será consolidar nuestro punto de venta y fidelizar un buen número de clientes, los suficientes para demostrar al franquiciador que somos competentes y el rendimiento es óptimo. En este sentido, disponemos de diferentes armas, como el trato personalizado, la atención al cliente post-venta y en definitiva, conseguir que la experiencia del cliente sea lo más satisfactoria posible.
Impulsando la franquicia
Tras dar los pasos correctos y comprobando que el franquiciador valora positivamente los resultados obtenidos, tenemos la oportunidad de poner en marcha nuestro espíritu emprendedor para impulsar la franquicia. Nuestras nuevas propuestas pueden ser bien recibidas si además el franquiciador tiene espíritu de trabajo en equipo.
Algunas propuestas interesantes pueden ser aquellas que incluyan la incorporación de nuevos productos o servicios. Tampoco debemos descartar la posibilidad de crecer, adquiriendo otro punto de venta dentro de la franquicia. Para ello hay que tener en cuenta siempre que conviene demostrar la rentabilidad de estos nuevos proyectos, sin dejar duda al franquiciador de que las ventajas superarán con creces cualquier inversión a la hora de incorporarlos al conjunto de la franquicia.
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