Los teléfonos inteligentes y el acceso a Internet móvil están provocando uno de los mayores cambios en las tendencias de consumo de las últimas décadas, creando la generación del consumidor 2.0. Hoy en día, el cliente ya no acude a las tiendas y se deja aconsejar por el dependiente o el comercial del establecimiento a la hora de adquirir los productos que necesita, sino que la decisión de compra de cualquier bien está basada en una investigación previa de cuáles son las características, ventajas y carencias de cada una de las diferentes opciones que existen en el mercado para cubrir sus necesidades.
La popularización de dispositivos móviles con acceso a la red está permitiendo que los usuarios se acostumbren a disponer de toda la información sobre los productos que estén interesados en adquirir en cualquier momento y lugar. Según demuestran los datos de estudios realizados por Google, aproximadamente un 62% de los consumidores ha usado alguna vez su Smartphone para realizar una consulta sobre lo que está expuesto en las estanterías y así poder decidir cuál de las opciones llevarse a casa. Además, es cada vez más frecuente que aquello por lo que una persona se ha interesado mientras navegaba con Internet de su teléfono, se compre a través del PC o directamente en la tienda más cercana a su domicilio si tiene stock en ese momento.
Estas nuevas costumbres del consumidor 2.0 provocan que los límites entre el comercio electrónico y las tiendas físicas sean cada vez más borrosas. Ya son muchas las empresas que se han dado cuenta de ello y ofrecen a sus clientes una experiencia que combina tanto la presencia online de la marca como los establecimientos físicos. Las fórmulas para conseguirlo son muy variadas e incluyen desde códigos QR en los lineales para conocer todas las especificaciones técnicas e instrucciones de un producto hasta la posibilidad de realizar el pago online y recoger la compra preparada sin necesidad de esperas en la tienda en el mismo día. Aunque de momento aún no se tiene demasiada experiencia sobre cual de las opciones es la más beneficiosa para el comercio, es indudable que la forma en la que se consumen productos y servicios ha cambiado para siempre.