En los últimos tiempos ha habido una tendencia clara y generalizada dentro del Marketing digital, impulsada en gran medida por las nuevas tecnologías orientadas a mejorar la experiencia de cliente. Se trata de la geolocalización, que además de facilitar al usuario información útil durante el proceso de compra permite a las empresas obtener multitud de datos relativos a los hábitos y preferencias de consumo de dicho usuario. En este sentido tenemos que hablar de legalidad, con el objetivo de no cruzar los límites de privacidad a la hora de utilizar la información dentro del ámbito de la empresa.
Protección de datos
La geolocalización ha aportado beneficios tanto para la empresa como para el consumidor. Ha permitido que la publicidad sea mucho más objetiva y personalizada, lo que repercute finalmente de forma muy positiva en el usuario final. El problema radica en la forma en que se usan los datos, especialmente los que se refieren a cuestiones personales. Es aquí donde entra en juego la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), que ampara al consumidor y vela por su derecho a la intimidad y a la privacidad.
En este sentido, se hace especial hincapié en los denominados “datos de localización” y que son todos aquellos incluidos en redes de comunicaciones electrónicas donde se indique la situación geográfica del individuo y que se recogen en la Directiva 2002/58/CE. Es el usuario el que debe dar su consentimiento para cumplir con la legalidad, teniendo a su disposición la información necesaria que le ayude a comprender el uso que se le va a dar a sus datos personales. Por ello, es el usuario quien debe aceptar de forma activa las condiciones. No es correcto utilizar datos personales tan solo por haber hecho uso de determinadas tecnologías (descarga de una aplicación, instalación de un servicio, etc.)
Aplicando los métodos correctos
Pero el trabajo no está acabado solo con obtener el consentimiento del usuario, a partir de ese momento hay que tener en cuenta otros aspectos importantes y utilizar las tecnologías necesarias para seguir cumpliendo con la legalidad.
En primer lugar, el usuario podrá desactivar, de forma temporal o indefinida, cualquier función que suponga su exposición a través de sistemas de ubicación física. Del mismo modo, el usuario tiene derecho a finalizar cualquier suscripción o eliminar cualquier registro, historial, etc., que le suponga seguir siendo geolocalizado. Es altamente recomendable, para cumplir con la legalidad dentro del ámbito de la empresa, contar con profesionales y asesores que nos guíen en el caso de dudas respecto a la privacidad e intimidad de los usuarios.