Diferentes estudios a nivel global manejan datos del 70% al 90% en cuanto a abandono de carro de la compra. Estos porcentajes, bastante altos, son hábitos del consumidor que la marca no puede controlar (bien porque el producto no acaba de convencerlo, porque no es el momento adecuado para la venta o porque considera que no le interesan los gastos de gestión que maneja la página u otros detalles), pero sí puede hacer un segundo esfuerzo para recuperarlos. Más preocupante es, en este sentido, que el 68% de las empresas no tenga ninguna estrategia para lograr este objetivo.
La mejor manera de recuperar a un cliente que abandona el carro de la compra es enviar un email personalizado para intentar que finalice el proceso, aunque puede hacerlo la propia empresa o contratar los servicios de una aplicación que lo haga de forma automatizada. Una de las variables a tener en cuenta a la hora de recuperar el posible cliente perdido es el tiempo de envío, que dependerá del tipo de servicio o producto que se esté vendiendo. La cuestión es el tiempo en que se «enfría» la venta, por lo que habrá plazos de 24 horas, menos o un envío inmediato. Por ejemplo, el ticket para un concierto próximo tendrá un plazo breve pero un seguro del hogar aumentará más los tiempos.
Estas acciones tienen como objetivo optimizar la conversión, ya que es más fácil que este usuario finalice la compra cuando ya ha mostrado interés por el producto. Además la conversión es más alta cuando se envía un email personalizado respecto a otras formas de lograr a un cliente. Por eso, si el primer intento tampoco funciona, es conveniente enviar un segundo email, en este caso intentando potenciar la venta con información sobre productos que se ajusten a los criterios de compra que mostró en un primer momento, un anuncio de los días que le quedan para perder ese precio/servicio, haciendo una rebaja sobre el precio o promoción o una mejora en los gastos de envío.
A pesar de todo ello, las marcas deben poner cuidado en no llegar al punto de que los clientes abandonen el carro de la compra y esto, como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, pasa por no pedir un registro a la hora de realizar una compra, contar con un gasto de gestión bajo o inexistente, mejorar la usabilidad de la página y no mostrar elementos que desconcentren al cliente al realizar la compra y ofrecer la mayor cantidad de modalidades de pago posibles.