La mayoría de las recientes actualizaciones del algoritmo que Google usa para clasificar las millones de webs que hay en Internet están diseñadas para evitar el spam en los resultados de búsqueda. Un efecto colateral de esta batalla contra los resultados basura que la compañía de Mountain View libra cada día es que el trabajo de quienes se dedican al posicionamiento web está sometido a cambios continuamente.
Cambios de algoritmo y SEO
Las modificaciones del algoritmo incluidas en Panda, Pingüino y Colibrí favorecen los contenidos de calidad, los signos sociales de la web y personalizan los resultados para casa usuario. Al mismo tiempo penalizan aquellas actuaciones automáticas que podían llevarse a cabo para posicionar de forma rápida un sitio web en Google. Por esta razón, los expertos SEO han tenido que evolucionar sus estrategias y reducir el número de herramientas de automatización de procesos de posicionamiento en favor de aplicar tácticas que requieren un grado mayor de creatividad, acercándose así más al “marketing de descubrimiento”.
Si bien es cierto que el trabajo de posicionamiento sigue requiriendo del uso de una gran variedad de utilidades y aplicaciones informáticas, éstas son utilizadas para la recopilación y análisis de datos en lugar de para la generación automática de enlaces entrantes o de publicación de contenidos de baja calidad. Con la aplicación de la inteligencia artificial a los motores de búsqueda, el trabajo de posicionamiento deberá seguir evolucionando y aplicando nuevas disciplinas como podrían ser la psicología para lograr que los usuarios lleguen a los sitios web para los que trabajan.
