La conversión es un paso que las empresas no deben pasar por alto en toda presencia de Marketing. Tampoco en los entornos online. De ahí que os expliquemos cómo definir una estrategia digital hacia la conversión.
En un primer momento pasa por conocer cuál es el embudo de conversión y luego en hacer estrategias como la conversión de medios, que es lanzar campañas pagadas, con recursos propios y orgánicas que puedan hacer llegar más lejos el mensaje de la marca. El embudo de conversión está compuesto por las siguientes fases: conocimiento, consideración, acción y recomendación y se deben potenciar todas ellas.
Otra clave es tomar cada fase como un proceso distinto, con sus respectivos objetivos, sus acciones y sus resultados, planificando y midiendo las campañas. Así, se podrá identificar donde está el problema en caso de haberlo y tomar medidas para potenciar la conversión. Para ello, deben establecerse KPIs, analizar el comportamiento de usuario con diferentes herramientas y evaluar todo ello.
Para conocer la conversión actual de la empresa, se pueden realizar diferentes técnicas. Pero, ¿analizan las empresas españolas sus resultados? Según un estudio de Webanalytics.es, en el caso de las grandes empresas, se realiza en un 50% de los casos un test A/B. Además, en la mayor parte de las veces estas pruebas se hacen una vez al mes. También forman parte de la realidad de las grandes empresas la revoice of customer (o encuestas) y el test de usabilidad, que hacen el 80% de ellas.
